Foco de leyendas urbanas que lo convierten en bálsamo de todos los malos y también de reproches por su excesivo consumo, lo cierto es que pocos pueden pasar sin una taza de café al día. Hemos preguntado a la doctora Paula J. Fonseca acerca de su relación con los procesos tumorales y sus posibles beneficios:

«Durante años la información sobre el papel del consumo de café en la génesis de cáncer ha sido contradictoria. Recientes estudios han mostrado el beneficio del café en la lucha contra el cáncer por ciertos compuestos que le otorgan propiedades antioxidantes.

Sin embargo, la cafeína presente en el café es una sustancia adictiva y tóxica cuando se consume en exceso. Puede provocar hipertensión, insomnio, irritabilidad y gastritis, entre otros síntomas.

Por todo lo anterior, parece indicado mantener el consumo habitual de café de 1-2 vasos, preferiblemente a primeras horas del día pero, a falta de información más sólida, no abusar de esta sustancia.

Existen alimentos, bebidas y estilos de vida saludables que  pueden contribuir a reducir el riesgo de recaída tras superar un cáncer sin los efectos adversos potenciales del café por la cafeína».