Comer para vencer al cáncer

Síntomas del cáncer de páncreas

El cáncer de páncreas es uno de los que más tarda en diagnosticarse porque en etapas iniciales da síntomas inespecíficos y es poco accesible a exámenes habituales. Como en todos los casos, un diagnóstico a tiempo aumenta las posibilidades de cura. Hemos preguntado a la doctora Paula J. Fonseca acerca de los principales síntomas para encender la luz de alarma.

Fuera de la ictericia, el resto de síntomas son inespecíficos y suelen aparecer en tumores extendidos siendo los más frecuentes:

  • Dolor abdominal: aparece en más del 80% de los pacientes y es más frecuente en los tumores localizados en el cuerpo o cola de páncreas.
    • Localización: se origina en la zona del estómago y se irradia o extiende hacia la espalda o bien en forma de cinturón hacia los lados
    • Intensidad: alta
    • Características: sordo, profundo, cólico
    • Temporalidad: puede ser continuo o intermitente y suele empeorar con la ingesta y mejorar en posición «fetal» o con el reposo nocturno
    • Causa: invasión de estructuras próximas, nervios, por el tumor, especialmente los situados en el cuerpo o cola
  • Pérdida de peso: presente hasta en la mitad de los pacientes y asociada con falta de apetito (anorexia) y agotamiento.
  • Ictericia: coloración amarillenta de piel y mucosas asociada con acolia (heces claras) y coluria (orina color coca-cola). Suele ser el síntoma de consulta en la mayoría de los pacientes y aparece cuando el tumor se origina en la cabeza del páncreas y comprime la vía biliar.
  • Saciedad precoz o digestiones pesadas tras la ingesta.
  • Diarrea que puede contener restos de grasa (esteatorrea) dando lugar a heces claras pastosas.
  • Nauseas y vómitos.
  • Otros: estado de ánimo depresivo.

De todos los anteriores, la ictericia, el dolor abdominal y el adelgazamiento constituyen la conocida como «triada de síntomas del cáncer de páncreas«.

Recuerde que entre todos, pacientes y profesionales debemos luchar para vencer el cáncer y un diagnóstico precoz, al comienzo de los síntomas, es la mejor garantía para la curación.