Los dulces típicos de la Navidad son alimentos con mucho azúcar y grasas. Muchos no podemos evitar consumirlos si tenemos la bandeja con ellos frente a nosotros. Tanto si hemos comido mucho como si hemos intentado moderarnos, tomarlos nos sobrecarga y hace que la digestión sea más pesada.
La fruta es un alimento dulce, digestivo y sabroso que da mucho juego a la hora de elaborar un postre por su colorido y agradable gusto. El yogur y el helado son digestivos y preferibles a la pasta elaborada con harina, huevo, azúcar y manteca que contiene muchas calorías y colesterol.
El yogur y la fruta, especialmente los cítricos, son depurativos, y consumidos después o antes de comidas copiosas facilitan las digestiones.
Ejemplos de postres elaborados con frutas serían:
- Brocheta de frutas frescas: piña, mandarina, plátano, manzana, pera, papaya, que se podrían combinar con virutas de chocolate negro con alta concentración de cacao.
- Copa fría de cítricos. En varias entradas al blog tienes BATIDOS de frutas en los que dominan los cítricos.
- Chupito de mousse de naranja con galleta de avena o muesli o chupito de limón.
- Gelatina de fresas o crema de frambuesas.
- Helado de piña con hojas de menta.
- Manzanas asadas rellenas de nueces y pasas.
- Milhojas de requesón con salsa de frutas.
- Mus de queso o yogur con mermelada de frutos de rojos.
- Yogur con piña o manzana, uva y/o plátano.
- Macedonia de trozos de frutas: manzana, pera, uva, piña rehogada con zumo de naranja y limón.
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