Comer para vencer al cáncer

«La dieta mediterránea tiene un papel principal en la prevención del cáncer»

El 5 de febrero de 2018 se publicó en el suplemento de Salud de La Razón una entrevista con la Dra Paula Jiménez Fonseca, coautora de Comer para vencer al cáncer en la que la periodista Marta Robles le formuló diversas preguntas relacionadas con la mejor alimentación para un paciente con cáncer que pasamos a resumir:

  1. Dieta específica durante el tratamiento oncológico

Durante el tratamiento del cáncer con quimioterapia algunos pacientes tienen dificultad para la ingesta por los efectos secundarios como las náuseas, el cambio del sabor de los alimentos o la diarrea. Por ello, la dieta debe adaptarse a estos síntomas. Se recomienda realizar unas 5-6 comidas ligeras y consumir purés o batidos en momentos de escaso apetito y malas digestiones.

 

  1. Alimentos que pueden acelerar el cáncer o ralentizarlo

Hay alimentos, fundamentalmente las verduras y frutas que contienen componentes con propiedades antioxidantes y antitumorales.

Otros como aquellos en salazón, los embutidos, las carnes rojas, los alimentos a la brasa, los procesados y la bollería industrial son conocidos carcinógenos. Dentro de las carnes rojas, la ternera y el jamón ibérico serían las más recomendables, consumidas no más de 1-3 veces a la semana mientras que el resto deberían evitarse.

  1. Dieta para prevenir el cáncer

La dieta saludable, la dieta mediterránea, tiene un papel principal en la prevención del cáncer. La ingesta de 5-9 raciones de verduras y frutas al día, el consumo de legumbres y pescado azul 2-3 veces a la semana y el consumo de cereales o pan integral en las comidas reduce el riesgo de desarrollar cáncer. Para la prevención es básico suprimir el tabaco y el alcohol, evitar el sobrepeso, seguir una dieta saludable y realizar ejercicio físico diario.

 

  1. Alimentos que contienen estrógenos como la soja

El cáncer de mama se asocia con el exceso de estrógenos, menarquia precoz, menopausia tardía, retraso o ausencia de maternidad y con la terapia hormonal sustitutiva y los anticonceptivos orales. Su relación con los anticonceptivos se ha confirmado en un estudio publicado en diciembre de 2017 en la revista New England Journal of Medicine (NEJM). Existe información contradictoria sobre el papel de los fitoestrógenos, estrógenos contenidos en alimentos como la soja, en la aparición de cáncer de mama. Las cantidades de estrógenos en alimentos como los brotes de alfalfa, espinacas, leche de soja, aceite y aceitunas, cereales, ciertas frutas, huevos, legumbres, verduras como berenjena, remolacha, repollo, tomate, zanahoria es escasa y es poco probable que consumidos con moderación tengan un efecto perjudicial. Las frutas y verduras que reducen los estrógenos son los cítricos, la pera, las uvas, el melón, las coles, las judías verdes, la calabaza y la cebolla entre otros.

  1. Alimentos con propiedades antitumorales

El jengibre es una planta que mejora la tolerancia a los alimentos al reducir las náuseas y la cúrcuma tiene propiedades antitumorales por actuar en diversas vías moleculares implicadas en la carcinogénesis. El rooibos y té verde a los que se puede añadir zumo de limón son infusiones con propiedades antioxidantes y además son astringentes por lo que podrían ayudar a combatir la diarrea causada por los tratamientos.

  1. Abrir el apetito en casos de inapetencia

Para abrir el apetito, es recomendable realizar ejercicio físico ligero como caminata, gimnasia y sus variedades, natación, antes de las comidas. La ingesta de una rodaja de piña o el zumo natural de está no solo ayuda a abrir el apetito, sino que también mejora las digestiones.

  1. Porque es importante comer bien cuando se padece cáncer

El sistema inmune, las “defensas” y los linfocitos, son nuestros aliados contra el cáncer. Para mantener fuerte al sistema inmune es importante un adecuado aporte de nutrientes especialmente proteínas en todas las comidas que deben ser 4-6 cada día. Por ello, hay que asegurar la ingesta de huevo, lácteos, pescado y carne blanca. Los lácteos, yogur, kéfir, queso, muchas veces denostados, son una buena fuente de proteínas, calcio y vitamina D y además son digestivos. Los batidos con yogur, fruta y galletas aportan nutrientes en los momentos en los que la ingesta se vuelva muy complicada.

  1. Batidos para favorecer la ingesta

Los licuados se pueden preparar mezclando y batiendo una taza de frutas, otra de vegetales y otra de yogur, leche de almendras o agua. Las frutas preferibles son las fresas, manzanas, limón o plátano y los vegetales las espinacas. Los licuados se pueden tomar en momentos de poco apetito, pero si es posible seguir una dieta variada y consumir cantidades suficientes, es preferible masticar los alimentos.

  1. Dieta blanda durante el tratamiento del cáncer

La dieta blanda o túrmix tiene la ventaja de que facilita la digestión y permite, en un menor volumen o cantidad, consumir más cantidad de alimentos. Por ejemplo, en un puré de verdura incluiremos varias de estas, algo que sería complicado para el paciente si tuviese que masticarlas.

  1. Ingesta de líquidos

En situaciones de falta de apetito o náuseas beber agua puede ser difícil. Dado que es importante ingerir 6-8 vasos al día, los podemos sustituir por caldos e infusiones.

 

Entrevista disponible en: https://www.larazon.es/atusalud/alimentacion/tomar-proteinas-fortalece-el-sistema-inmune-OC17623904

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