¿Están los alimentos contaminados con pequeño hongos que pueden llegar a provocar enfermedades tan graves como el cáncer de hígado o problemas renales? Periódicamente se publican noticias de tono alarmista que alertan del peligro que esconden alimentos tan habituales como el trigo con el que se hace el pan, el maíz o incluso los cacahuetes, y que provocan un lógico miedo en los consumidores. Pero, ¿está justificado?
Con el fin de quitarnos la duda de encima, le hemos preguntado a la química especialista en nutrición, Belén Álvarez Álvarez, coautora de Comer para vencer al cáncer, y esto es lo que nos contesta para que estemos informados y no tengamos miedo a la hora de hacer la compra:
«Las micotoxinas (mico=hongo + toxina=agente nocivo) son residuos presentes en diversos alimentos y piensos que se contaminan en cualquier punto de la cadena alimenticia, desde la cosecha, pasando por la recolección, almacenaje, transporte, elaboración y conservación. Estas toxinas se han relacionado con diversas enfermedades, entre ellas el cáncer. Actualmente se cree que su mayor daño consiste en obstaculizar la respuesta inmunitaria y, por consiguiente, en reducir la resistencia a enfermedades infecciosas.
En nuestro país, los cánceres relacionados con estas toxinas son anecdóticos, como el de hígado en relación con la infección de los cereales almacenados por Aspergillus. Como se recoge en Comer para vencer al cáncer, el comer productos frescos, de temporada y de nuestra tierra, reduce el riesgo de la contaminación de esos alimentos».