Hoy nos escribe Verónica:
Estimada doctora:
Mi padre ha sido operado de un cáncer de estómago y hemos terminado satisfactoriamente los ciclos de quimioterapia post-operatoria. Aunque a día de hoy está curado, el miedo a las recidivas no nos abandona, y pretendemos seguir un cuidadoso seguimiento de la alimentación que comenzamos desde el momento en que lo detectaron.
Por ello, hemos casi suprimido todo tipo de azúcares industriales, y los pocos que consume nos aseguramos de que sean si azúcares (por ejemplo magdalenas y bizcocho especial sin azúcar), pero no obstante tengo cierta duda respecto a ello. Por eso, al quitarle el azúcar blanco de su dieta, añade al yogurt natural del desayuno edulcorante, pero he leído que tampoco es nada beneficioso y que sería mejor echarle miel o stevia. ¿Me puede orientar al respecto?
Por otro lado, y teniendo presente su libro Comer para vencer el cáncer como manual indispensable en casa, hemos aumentado todavía más el consumo de tomate, zanahoria y pimiento, así como añadirle un poco de limón a los zumos de fruta naturales e infusiones. Y lo mismo con las verduras, que vamos variando a lo largo de la semana como por ejemplo acelgas, espinacas, judías verdes y ensalada.
Finalmente, pretendo bajar mi consumo de café y cambiarlo por infusiones porque necesito un algo grado de concentración para mis estudios y a veces me es imposible aguantar el día entero solo a base de té, por lo cuál, agradecería alguna sugerencia.
Sin más, agradezco una vez más su paciencia y disposición.
Respuesta de la doctora Paula J. Fonseca:
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