Hoy nos escribe Yolanda:
«Paso a exponerle el caso de mi marido, de 64 años y paciente del HUCA:
Hace 12 años que padece un mieloma múltiple y ha pasado por tres recaídas. El último tratamiento que le pusieron fue lenalidomida + fortecortín (24 meses). En octubre de 2015 le descubren un segundo cáncer de colon en el recto T3 precoz. Le suspenden el fármaco de lenalidomida + fortecortín, es operado en diciembre con resultado de metástasis en 4 a 6 ganglios linfáticos regionales y comienza con quimioterapia oxaliplatino + xeloda y sin tratamiento para el mieloma.
Después de leerla e investigar un poco decidimos cambiar la alimentación y hacer una dieta alcalina: carne solo blanca, frutas, verduras, cereales, legumbres y nada de azúcar, café y tampoco nada de leche ni queso, sustituyendo por leche de arroz.
Mi pregunta es si está suficientemente alimentado, pues ha perdido unos 4 kilos desde que está con la dieta que comenzó con el primer ciclo de quimio (enero).
Ya puesto el tercer ciclo, tiene una hemoglobina de 13,1 y está bajo en leucocitos y hematíes, la analítica de hematología sigue estable, sin grandes cambios, aún sin tratamiento desde octubre .
Me gustaría saber si usted tiene una consulta para poder ponernos en contacto.
Y ya sólo darle las gracias por la labor tan importante que está haciendo y por esta oportunidad de poder contactar con usted».
Respuesta de la doctora Fonseca:
«Estimada Yolanda:
- El propio tumor produce un síndrome conocido como caquexia (adelgazamiento) y anorexia (pérdida de apetito) debido a múltiples causas. La fundamental es que el tumor libera sustancias que llevan a un «desgaste» metabólico. En este síndrome, a pesar de una buena ingesta de alimentos, se pierde peso y a veces se requiere aportar suplementos nutricionales y otros fármacos para abrir el apetito.
- Los tratamientos del tumor pueden dificultar la ingesta o aumentar las pérdidas por diferentes motivos, entre ellos la toxicidad de la quimioterapia en forma de náuseas, diarrea, fiebre o sudoración. Lo más importante es lograr que el paciente coma una cantidad mínima todos los días, incluso los siguientes a la quimioterapia. Además, se deben hacer varias tomas de pequeña cantidad a lo largo del día, y en los momentos de más inapetencia dar alimentos de fácil digestión como los batidos, las sopas de pasta, las cuajadas y la fruta cocida o en compota.
- Algunos pacientes pierden peso por una dieta inadecuada o insuficiente o por una gran dificultad para comer. Esto puede ocurrir en personas operadas de tumores del tubo digestivo como el de colon. Lo fundamental es no ser excesivamente restrictivos, atender a los deseos del paciente y adecuar los horarios y la forma de cocinado a sus preferencias. Como se recoge en Comer para vencer al cáncer y en Remedios Naturales para Síntomas Habituales, el añadir alguna hierba aromática o enmascarar los sabores desagradables con canela para endulzar o pimentón, laurel y perejil para saborizar puede ayudar. El agua con limón, los caramelos cítricos sin azúcar, las rodajas de piña natural ayudan a abrir el apetito y a mejorar las digestiones.
Por último, quisiera indicarles que paso consulta como oncóloga médico en el Hospital Universitario Central de Asturias y que dedico parte de mi tiempo libre a formarme en nutrición y a ayudar a los pacientes y profesionales en temas relacionados con ésta.
Paula Jiménez Fonseca
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