Hoy nos escribe Héctor:
«En mi hogar estamos atravesando una situación muy penosa y difícil en la salud de mi madre, ya que padece cáncer de mama desde el 2011 y su neoplasia está muy avanzada. Tiene 58 años y vive con un fuerte dolor latente en su ganglio izquierdo, y tiene el brazo y la mano hinchados. Se empeora al alimentarse, básicamente toma líquido y sopa en pequeñas cantidades. Para poder dormir toma el Tramal de 50 mg. Su enfermedad ha avanzado hasta tal punto que le ha carcomido todo el seno izquierdo y debajo de éste. Es muy triste verla así, los médicos locales no la quieren atender porque dicen que su estado ya es cuestión de esperar (entiendo que se refieren a su deceso). Ojalá pueda asesorarme al menos sobre cómo disminuir su dolor. Gracias».
Respuesta de la doctora Paula J. Fonseca:
«Querido Héctor,
Le acompañamos en el sentimiento y le enviamos mucha fortaleza y ánimo para sobrellevar su dura situación. Cuidar a un ser querido en el final de su vida es un gesto de amor y generosidad infinitos. Cuando se vea envuelto en la tristeza y no encuentre energía para mirar al frente, piense en la gran labor que está haciendo.
En estos momentos lo fundamental es que su madre esté confortable. Si se encuentra encamada debe moverse y cambiar de postura con frecuencia para evitar lesionarse la piel sobre la que está apoyada.
La
alimentación, como se recoge en
Comer para vencer al cáncer, tiene que ser a base de caldos, zumos e infusiones, y para mantener un mínimo aporte de nutrientes es idóneo un batido preparado con yogur, banana u otra fruta, azúcar o miel, zumo de limón y una cucharadita de aceite. Las
infusiones de tila, sauce, mejorana o valeriana pueden ayudar a reducir el dolor y favorecer el descanso. De todos modos, muchas veces es difícil controlar los síntomas, convirtiéndose en prioritario el acompañar, cuidar y tranquilizar.
Por último, quiero recordarte que el tiempo que le estás dedicando a tu madre es un tesoro y un triunfo en la vida que quedará siempre en ti, contigo.
Os deseamos a toda la familia que desarrolléis la capacidad necesaria para luchar sin rendición ante la adversidad».
Paula J. Fonseca