Hoy nos escribe Macarena:
«Asistí a su charla el día 19 de octubre en Sevilla sobre Aspectos Nutricionales en el Cáncer y me pareció interesantísima. A raíz de la información que obtuve de la misma, me faltó hacerle la siguiente pregunta: soy paciente de cáncer de mama y desde que me enteré de la enfermedad, he intentado leer e informarme para saber qué podía yo hacer en el plano de la alimentación, el ejercicio físico… Entre toda la información a la que tuve acceso, y ahora corroborado por su charla, se hablaba de los frutos rojos. Soy amante de los frutos rojos: arándanos, fresas, moras, granada… Mi pregunta es: ¿los frutos rojos desecados cumplen la misma función que los frescos y naturales? Es evidente que naturales y frescos siempre van a conservar más las propiedades, pero, ¿sería beneficioso tomarlos desecados en el caso de no poder tener acceso a ellos de otra manera? Un saludo y gracias».
Respuesta de la doctora Paula J. Fonseca:
«Estimada Macarena:
Ante todo quiero felicitarle por su compromiso con su recuperación, cuidando los alimentos que consume y asociando ejercicio físico en su rutina diaria.
Las frutas y verduras es preferible consumirlas frescas porque al desecarlas pierden sobre todo sus vitaminas y concentran el azúcar.
De todos modos, como bien apunta, muchas de sus propiedades se conservan así que puede tomarlas desecadas si no puede acceder a ellas frescas.
Mucho ánimo con su lucha y esfuerzo».
Paula Jiménez Fonseca