Comer para vencer al cáncer

Propiedades del kalanchoe: una planta a evitar por su probado efecto tóxico

Hoy nos escribe Zenaida:

«Mi hija tiene un microadenoma en la hipófisis. ¿Puede consumir kalanchoe? Por mi parte, estoy operada de vesícula y tuve pancreatitis. ¿Podría consumirlo yo también?»

Respuesta de la doctora Fonseca:

«Estimada  Zenaida:

Ante todo quisiéramos agradecerle su rigor consultando antes de probar una planta nueva.

Kalanchoe daigremontiana es una planta con propiedades anti-inflamatorias, antisépticas o efecto afrodisíaco. Se le han atribuido también propiedades curativas de diversas enfermedades a través de rumores o testimonios orales, que nunca se han documentado o confirmado de manera independiente.

Nuestra recomendación es evitar su consumo por su efecto tóxico bien documentado. Como el resto de plantas, los Kalanchoes contienen compuestos potencialmente bioactivos, pero a su vez, también posee múltiples substancias tóxicas para el corazón que causan también vómitos, diarrea, estupor y coma. En varios países se han documentado muertes tóxicas atribuidas al kalanchoe utilizado de manera negligente en medicina alternativa (McVann et alSouth African Med J 1992; Pierach, JAMA 1996), lo que puede llegar a ocurrir incluso con una sola toma (Kostakis & Byard, Forensic Sci Int 2009). Así, experimentos de toxicidad realizados en aves de corral mostraron que el extracto de Kalanchoe era venenoso. Las hojas de estas plantas pueden producir depresión, descoordinación muscular, temblores, convulsiones y muerte (Williams & Smith, Am J Vet Re 1984). En veterinaria se considera que la ingestión de pequeñas cantidades de planta de Kalanchoe es una de las causas más frecuentes de intoxicación letal por daño cardíaco en perros, gatos domésticos (Milewski & Khan, J Vet Emerg Crit Care 2006), y también en ganado (Masvingwe & Mavenyengwa, J S Afr Vet Asso 1997). Dada la elevada toxicidad, se ha propuesto el uso de estas substancias como insecticidas (Supratman et al, Phytochemistry 2001).

En definitiva, como el resto de las plantas y organismos naturales, el género Kalanchoe contiene múltiples substancias como las bufadienolidas, que podrían tener o no interés para combatir el cáncer. Este beneficio no ha sido demostrado aún. Dada la ausencia de datos de eficacia, pero sobre todo debido a la extremada toxicidad que estos compuestos han demostrado poseer, desde aquí no le recomendamos este tipo de preparados como medicina alternativa, sugiriéndole siempre que consulte todas sus dudas con los especialistas encargados de la materia.

Como reflexión final que deseamos compartan tanto los pacientes como los cuidados, es importante huir de la información sensacionalista, de los casos anecdóticos o milagrosos. Es entendible que deseemos apoyarnos en ellos, pero antes habría que hacerse estas preguntas:

  • Si me hablan de mejorías espectaculares con un compuesto me debo preguntar: ¿qué les ocurrió al resto de decenas de pacientes que han consumido esa planta y de los que no se sabe nada?
  • Los pacientes que mejoraron tomando Kalanchoe: ¿estaban recibiendo simultáneamente quimioterapia u otro tratamiento integrativo al que atribuir la mejora más allá del propio kalanchoe?
  • Si es tan potente su efecto: ¿por qué no se ha extendido su uso?

Recuerde que la medicina y la naturaleza está llena de alimentos y compuestos con propiedades saludables bien documentadas como la cúrcuma + pimienta, el rooibos, el té verde, el shitake/maitake/reishi, las semillas de chia/sésamo… Le animo a combinar estos con su dieta diaria y no el kalanchoe».

Paula Jiménez Fonseca

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