Los huevos han cargado en los últimos años una inmerecida mala prensa que los han convertido en parias dentro de las dietas saludables. Sin embargo, la doctora Paula J. Fonseca y la químico experta en nutrición, Belén Álvarez, asesoras de este blog y autoras de Comer para vencer al cáncer, creen que este alimento «es uno de los más completos y una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales para todo tipo de personas, excepto aquellas intolerantes a alguno de sus compuestos incluidos los pacientes con enfermedad hepática o metástasis en esta localización».
Además, según estudios recientes, pueden retrasar los procesos degenerativos. Hay que señalar que un huevo aporta unas 85 kilocalorías. «La yema contiene dos sustancias valiosas: la colina y la lecitina. La primera es necesaria para producir la acetilcolina, fundamental para el sistema nervioso. La lecitina libera los depósitos de grasa. La clara posee proteínas de alta calidad», nos recuerdan las expertas en salud y alimentación.
Es cierto que la yema del huevo tiene más colesterol que la clara, pero consumiéndolo moderadamente, tres a la semana, «serán mayores las ventajas que los inconvenientes de este alimento», subrayan.
Así que ya sabéis que no solo podéis comer huevos con toda tranquilidad sino que resultan imprescindibles para una dieta saludable.