Hoy nos escribe María:
«Hace unas semanas pasé por una cirugía de cáncer de mama. En la Seguridad Social no me han informado sobre hábitos alimenticios y creo que es importante cambiar algunos. Me gustaría que me informaran si debo cambiar la leche de vaca por leche de soja, almendras, etc.; si debo cambiar el pan de trigo por integral, el arroz normal por integral, si dejo de tomar yogur…
Sobre el alcohol, ¿tengo que eliminarlo por completo o puedo tomar alguna copa los fines de semana?
Gracias. Un saludo»
Respuesta de la doctora Paula J. Fonseca:
«Estimada María:
Ante todo quisiéramos animarla con su decisión de poner todo de su parte para que el cáncer que ha superado no vuelva a aparecer.
El cuidar su alimentación y hábitos de vida será crucial a partir de ahora.
En relación con sus dudas, estas son las recomendaciones basadas en la evidencia científica disponibles hasta la actualidad y recogidas en Comer para vencer al cáncer:
- La información sobre el papel de la leche de vaca en diversos tumores, fundamentalmente los hormonodependientes como el de mama y próstata, es controvertida. Parece que la ingesta de 2-3 vasos de esta leche al día no se relaciona con riesgo de cáncer. De todos modos, las leches de avena, almendras o arroz podrían ser mejores no solo por su menor contenido hormonal, sino por ser más ligeras y fáciles de digerir.
- Los productos elaborados con harina, como el pan, es preferible que sean integrales, y cualquier otro alimento lo más fresco y lo menos refinado posible.
- El yogur o el kéfir son grandes aliados para preservar una flora intestinal de calidad, lo que ayuda a una mejor digestión de los alimentos.
- A lo anterior debe sumar el consumo diario de alimentos ricos en antioxidantes: vitamina A (frutas y verduras rojizas), C (cítricos) y E (aceite de oliva, semillas de girasol, frutos secos).
- El tabaco es un agente tóxico implicado en al menos 1 de cada 3 cánceres, fundamentalmente en el cáncer de pulmón, esófago, cabeza y cuello, vejiga y cérvix.
- El alcohol consumido con moderación, una copa de vino en cada comida, protege el corazón y los vasos sanguíneos. Sin embargo, el consumo de más de 2-3 vasos al día en el caso de mujeres o de 3-4 en el caso de hombres favorece el cáncer de mama, hígado, cabeza y cuello y esófago, principalmente.
María, recuerde siempre poner todo de su parte como está haciendo ya que, por muy lejos que parezca que está un sueño, nunca debemos dejar de perseguirlo. ¡Ánimo!»
Paula J. Fonseca
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