Los alimentos que mejor protegen nuestra piel del daño solar son las frutas, verduras y hortalizas de coloración rojiza, todas ellas recogidas en Comer para vencer al cáncer, porque además tienen propiedades antitumorales.
La zanahoria es la gran aliada, no solo porque logra una tonalidad de piel muy atractiva, sino por su efecto protector. También los pimientos, la sandía, el tomate y las uvas, y de plantas medicinales, el té verde.
La caléndula (infusión o crema), al igual que la cúrcuma, evitan o reducen la inflamación y el enrojecimiento de la piel tras la exposición solar.