Hoy nos escribe Santiago:
«Estimada Paula:
Tanto en vuestro libro como en conferencias dejáis claro que los alimentos enlatados y muy procesados no son convenientes.
¿Y los ‘calditos’ que siempre hemos usado para arroces y guisos? ¿Fuera todos o los marca blanca?
Muchas gracias por vuestra labor de divulgación».
Respuesta de la doctora Paula J. Fonseca:
«Estimado Santiago:
Los alimentos procesados y enlatados, como se recoge en Comer para Vencer al Cáncer, llevan una gran cantidad de aditivos, fundamentalmente sal, que mezclados con los alimentos producen unas sustancias carcinógenas conocidas como nitrosaminas. Esto ocurre sobre todo cuando esos aditivos se añaden a la carne o el pescado y es menos conocido su efecto dañino en verduras o arroz. Como bien sugiere, entre estos alimentos procesados se incluyen las pastillas que se añaden para dar «gusto» a caldos, arroces, pescados…
Así mismo, al procesar los alimentos no solo se les añaden sustancias deletéreas para la salud, sino que pierden muchas de sus propiedades saludables, especialmente las vitaminas que se degradan con facilidad al manipular el alimento.
Por tanto, cuanto más frescos, poco cocinados (crudo, vapor, plancha, horno) y poco elaborados consumamos los alimentos, mejor para cuidar nuestra salud y prevenir el cáncer y otras enfermedades como la obesidad, hipertensión, diabetes e infartos.
¡Ánimo con su compromiso con una dieta saludable!»