La alimentación saludable que contribuye a protegernos contra el cáncer es similar a la que cualquier médico recomienda para ayudarnos a reducir el riesgo de otras enfermedades crónicas, como la diabetes o las cardiopatías, y se resume en la dieta mediterránea.
Así pues, la alimentación que se recomienda, rica en verduras, frutas y cereales integrales, y pobre en alimentos procesados y embutidos, no solo es buena para reducir el riesgo de cáncer, sino también el de otras enfermedades. No está demostrado que haya alimentos concretos (los a veces engañosamente llamados «superalimentos») que por sí solos contribuyan a reducir el riesgo de cáncer.
Por desgracia, disponemos de muchos menos datos sobre el efecto de la alimentación en la evolución del cáncer que sobre la probabilidad de que este aparezca. Puede depender del tipo de cáncer, pero en general es mayor el papel preventivo de la dieta que el efecto sobre un cáncer ya presente.
Por ejemplo, se sabe que en caso de cáncer de mama puede mejorar la calidad de vida gracias a un peso saludable y a la actividad física, y que ambos factores contribuyen a una mayor supervivencia.
En cambio, no hay base suficiente para hacer recomendaciones en firme acerca de otros cánceres, ni para afirmar que determinados alimentos o dietas ayuden, pero casi todas las autoridades propugnan que aun tras un diagnóstico de cáncer se sigan las recomendaciones generales establecidas para la prevención (salvo que por razones médicas o de otro tipo esté contraindicado). De este modo, una dieta saludable podría contribuir a potenciar el efecto del tratamiento antitumoral con cirugía, quimioterapia o radioterapia, pero nunca puede ser un sustituto a estos.
Los efectos secundarios de la quimioterapia tienen medidas higiénico-dietéticas y fármacos para prevenirlos y además, el oncólogo médico puede ajustar las dosis y agentes antitumorales para hacer el tratamiento tolerable.
Acompañando a la quimioterapia, el paciente con cáncer de estómago puede enriquecer su dieta con purés o batidos que por su fácil digestión y por su presentación, alimentos triturados, aseguran un mayor aporte.
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