El linfoma es una variedad de tumor derivado de los linfocitos y que se desarrolla en los ganglios linfáticos. Al multiplicarse las células tumorales, el ganglio aumenta de tamaño, es lo que se conoce como adenopatía. Suele afectar a personas jóvenes.
Los pacientes tienen un déficit de los linfocitos, su sistema inmune está debilitado y son frecuentes las infecciones. Estas son más frecuentes en pacientes que reciben quimioterapia, que reduce aún más la inmunidad.
La dieta saludable o mediterránea, como se recoge en Comer para vencer al cáncer, es la que debes seguir y está basada en el consumo de:
- Hasta 5 raciones de frutas AL DÍA, al menos una pieza de un cítrico y verduras, incluyendo en cada comida ajo y cebolla.
- Legumbres: 3 veces por semana.
- Pescado azul cocinado al horno, 3 día a la semana.
- Yogur o leche fermentada y sus derivados 2-3 a diario.
- Cereales, avena, germen de trigo y arroz, ricos en vitamina B6 y selenio, a diario.
- Añadir cúrcuma con pimienta negra y semillas de sésamo a los alimentos.
- Eliminar los alimentos procesados, refinados, la bollería industrial y las bebidas gaseosas.
- Moderar el consumo de carne roja, unos 2 días a la semana, y suprimir los embutidos.Esto lo debes combinar con ejercicio físico diario y la ingesta de hasta 6-8 vasos de agua al día. Algún vaso de agua lo puedes sustituir por infusiones que fortalecerán tus defensas como el rooibos, té verde, tomillo, achicoria, cardo mariano, todas ellas recogidas en Remedios Naturales para síntomas habituales.
El linfoma es un tumor que puede curarse, aunque esto depende fundamentalmente de la extensión y tamaño. Por ello, es importante mantener una actitud de lucha en todo momento y contribuir, con una vida sana, a que el organismo se mantenga fuerte para tolerar los tratamientos.