El riesgo de cáncer que se atribuye a la alta ingesta de leche de vaca tanto en niños como en adultos parece asociarse con su alto contenido en hormonas. De todos modos, es importante conocer que no se ha demostrado con rigor científico en ningún estudio que las hormonas de la leche de vaca, consumida en una cantidad adecuada, 2-3 vasos al día, se asocie con mayor riesgo de cáncer.
Sin embargo, la información accesible en distintos medios es contradictoria. Así, expertos en nutrición e investigadores de Harvard recomiendan reducir la toma de leche y lácteos debido a que “un alto consumo aumenta significativamente los riesgos de padecer cáncer de próstata y cáncer de ovario.
Estos cánceres, próstata, ovario y también el de útero y mama son hormonosensibles -es decir, reaccionan a las hormonas-; y. de hecho, uno de los tratamientos que se les administra es el bloqueo hormonal. Por ello, la ingesta de alimentos con altas concentraciones de hormonas podría favorecer el crecimiento de estos tumores.