A través de este blog nos ha llegado la información de que el pasado 4 de noviembre se creó la primera asociación en España dedicada al cáncer de páncreas. Su presidenta nos cuenta que uno de sus objetivos prioritarios es «informar a los pacientes y sus cuidadores de cuál es la mejor nutrición para quienes sufren este tipo de tumor». Su página web es www.asociacioncancerdepancreas.org y en Facebook se les puede encontrar en el perfil facebook.com/asociacioncancerdepancreas
La doctora Paula J. Fonseca les felicita por su iniciativa y recuerda que en su libro Comer para vencer al cáncer se intenta un único objetivo: «ayudar a toda la población a que, a través de una comida sana, disminuyan el riesgo de desarrollar un cáncer y a aquellos que ya lo padecen les aportamos valiosos consejos de cómo y qué comer según su problema: pérdida de peso, vómitos, diarrea…»
Pensando en esta nueva asociación y en los enfermos de cáncer de páncreas en general ha elaborado una información con factores de riesgo, los principales síntomas, tratamiento y 10 consejos nutricionales para ayudarles en su día a día.
¿Qué es el cáncer de páncreas?
El cáncer de páncreas suele afectar a la parte «exocrina» de dicho órgano y ser de tipo adenocarcinoma. Se trata de un problema de salud importante puesto que a pesar que no presenta una alta incidencia en la población, sí causa una elevada mortalidad. En el momento del diagnóstico menos de un 20% de los pacientes serán susceptibles a cirugía e incluso tras esta la supervivencia suele ser limitada.
Factores de riesgo
Se conocen peor que en otros tumores siendo los más frecuentes:
• Tabaco.
• Pancreatitis crónica.
• Obesidad.
• Diabetes mellitus.
Síntomas
Los signos de «alarma» o sospecha son el cansancio, el adelgazamiento y el dolor dorsal en cinturón o epigástrico.
El cáncer de páncreas es uno de los que más deterioro físico causa por la pérdida de peso asociada con el síndrome caquexia-anorexia, frecuente en pacientes con cáncer (ver a continuación).
• Si el tumor se localiza en cabeza: puede causar ictericia, es decir, un tinte amarillento en la piel y en los ojos.
• Si se localiza en cuerpo y cola: puede producir esplenomegalia o crecimiento del bazo que se palpa en la parte izquierda del abdomen.
• Otros síntomas frecuentes: intolerancia a la glucosa o descompensación diabética, hemorragia digestiva, trombosis (cáncer más trombógeno), alteración del hábito intestinal, malas digestiones, trastornos psiquiátricos habitualmente depresión.
• La exploración física puede detectar tinte ictérico en piel y mucosas; una masa abdominal alta, dolor a la palpación, hepatomegalia o crecimiento del hígado si se asocia con metástasis hepáticas, distensión abdominal si se asocia con ascitis, líquido acumulado en el abdomen.
Tratamiento
A) Tumores resecables (aquellos en los que es posible la resección completa): cirugía y a veces se asocia quimioterapia y/o radioterapia complementaria.
B) Tumores irresecables (aquellos que no se pueden eliminar con cirugía): se suele plantear la quimioterapia sobre todo en personas jóvenes y aquellas con buen estado general.
C) Consejos generales sobre alimentación en pacientes con cáncer de páncreas y pérdida de peso (información obtenida del libro Comer para vencer el cáncer):
El objetivo fundamental es prevenir o tratar el síndrome anorexia-caquexia que llega a afectar hasta el 80% de los pacientes causándoles una importante pérdida de peso y debilidad. Esta pérdida de peso se asocia a una peor tolerabilidad a los tratamientos del cáncer, a una reducción de la calidad de vida y de las expectativas de supervivencia.
El síndrome de anorexia-caquexia no es sinónimo de desnutrición sino una entidad más compleja. Se trata de un estado asociado a una enfermedad subyacente en el que existe un metabolismo basal aumentado de forma persistente que no se compensa con una ingesta calórica-proteica adecuada y que provoca deterioro funcional y sufrimiento psicológico. Para lograr la mejor calidad de vida posible, el tratamiento del propio cáncer y las medidas de soporte y nutricionales, deben coexistir en todas las fases evolutivas de la enfermedad.
Para el diagnóstico de este síndrome, hay que constatar una pérdida del 5% del peso en 12 meses o un índice de masa corporal (peso/altura2) <20 kg/m2, en presencia de una enfermedad crónica conocida, y al menos tres de los siguientes factores: pérdida de masa muscular, cansancio, anorexia, pérdida de gra¬sa corporal, alteración de parámetros analíticos (albúmina <3.2 g/dl o incremento de paráme¬tros inflamatorios como la interleucina-6 >4.0 pg/ml o la proteína C reactiva >5.0 mg/l).
Consejos nutricionales
1. Para controlar el síndrome caquexia-anorexia es fundamental investigar cuál es su causa, entre las más frecuentes se incluye: el propio tumor o sus metástasis, el tratamiento (cirugía, radio y quimioterapia), la pérdida de apetito (anorexia), el desgaste o adelgazamiento (caquexia) y la pérdida de nutrientes (diarrea, vómitos, fiebre).
2. Coma acompañado, en ambiente tranquilo, con aroma suave, en plato de postre y masticando despacio.
3. Haga 6 comidas poco voluminosas al día sin omitir tomas y con horarios regulares seguidas de un pequeño descanso para reposar la comida pero sin tumbarse, preferiblemente sentado.
4. Cuide la presentación, textura y variedad de los platos evitando las improvisaciones, experimentando con nuevas recetas y buscando el atractivo culinario.
5. Procure un mayor aporte energético matutino o en las horas de mayor apetito y haga una pequeña ingesta antes de acostarse. Durante el día puede ingerir pequeños aperitivos nutritivos: membrillo y queso, cuajada con miel y frutos secos, tostadas con mantequilla y mermelada o con jamón/salmón, queso y aceite de oliva. Otra opción, entre horas, es beber preparados energéticos: zumos, batidos o caldos enriquecidos (apartado 7).
6. Estimule su apetito con un paseo de 15 minutos antes de las comidas y con pequeñas cantidades de caldo o frutos ácidos (zumo de naranja, limonada, polo de frutas, caramelo de limón sin azúcar o trozo de piña natural).
7. La ingesta no debe coincidir con las curas, con los tratamientos ni con los momentos de mayor dolor si lo tuviese.
8. Potencie sus preferencias y alimentos con alta densidad energética y enriquezca:
• Caldos, cremas y purés con: leche en polvo, nata, queso, huevo duro picado, picatostes de pan duro, tacos de jamón serrano, frutos secos, mantequilla, harina de avena y/o aceite.
• Verduras con aceite de oliva crudo, salsa bechamel, mayonesa, sofrito de jamón serrano y ajo y/o cebolla, frutos secos o pasas.
• Legumbres con patata, arroz, sofrito de jamón serrano, zanahoria y ajo y/o cebolla.
• Arroz con salsa de tomate, huevo o sofrito de jamón serrano y ajo y/o cebolla.
• Pasta con salsa de nata o tomate, queso parmesano, beicon y/o mantequilla.
• Carne y pescado sumergiéndolos en leche antes de cocinarlos o cocinándolos empanados.
• Postres con azúcar, miel, mermelada, guindas en almíbar, caramelo líquido, nata, leche en polvo o condensada, chocolate, frutos secos, yogures, compotas de fruta o helado.
• Batido enriquecido con 4 ingredientes: 1) yogur o leche, 2) fruta preferiblemente fresa, plátano, manzana, pera, 3) galletas o cereales y/o 4) frutos secos triturados.
9. Evite los lugares donde se cocina y evite beber durante las comidas.
10. Si su médico le pauta suplementos, tómelos en un horario que no interfiera con las comidas, a media mañana, a media tarde y antes de acostarse. Estos suplementos nutricionales pueden emplearse para elaborar batidos, sustituyendo al ingrediente lácteo, añadiendo fruta como se indica en el punto 8. Existen fármacos para abrir el apetito y para controlar la pérdida de peso como el acetato de megestrol por lo que si a pesar de las recomendaciones dietéticas anteriores no gana peso, consúltelo con su médico.