La mejor forma de obtener información fidedigna y adaptada a su tumor y sus circunstancias personales es a través del médico que se ha puesto al frente de la toma de decisiones sobre su enfermedad, quien esté tratando su tumor. Siempre que tenga una duda será la persona que mejor podrá ayudarle.
Sin embargo, es cierto que a los profesionales no los tenemos siempre accesibles y que a veces nos gustaría saber más, estudiar un poco y aprender sobre nuestro tumor. En este caso, se puede encontrar orientación en distintas plataformas. Así, puede informarse al respecto en sitios web con información oficial, veraz y adaptada a las necesidades del paciente, como por ejemplo en la que ofrecen las asociaciones de pacientes como Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC): http://www.gepac.es; la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC): https://www.aecc.es; o las asociaciones de cada tumor en concreto a nivel nacional, algunas de las cuales tienen sedes locales.
También la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) dispone en su web (http://www.seom.org) de distintos apartados adaptados al paciente, material sobre distintos tumores y tratamientos y un apartado, oncosaludable, sobre hábitos de vida y medicinas integrativas como las plantas medicinales.
Otras fuentes que se puede consultar son aquellas que proporcionan instituciones de prestigio y trayectoria:
- Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO): cuenta con un apartado para pacientes en el que pueden consultarse por localización los distintos tumores (http://www.esmo.org/Patients).
- Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO): en esta web encontrarás información científica y publicaciones sobre tumores (http://www.asco.org/, texto en inglés).
- Instituto Nacional del Cáncer (NCI, siglas en inglés): institución dependiente del gobierno federal de Estados Unidos dedicada a la investigación del cáncer, está traducido al español y recoge información del cáncer por tipos (http://www.cancer.gov/espanol/).
Si buscas en Internet encontrarás, además de las citadas, una cantidad abrumadora de información. La mayoría de esta no ha sido elaborada ni revisada por profesionales sanitarios y por tanto no cuenta con el rigor y la veracidad necesarios. Nuestro consejo es claro: debes huir de introducir palabras en google y acceder a los enlaces que, al azar, aparecen. Consulta en páginas web de asociaciones de pacientes y sociedades científicas. A través de ellas aprenderás sobre tu enfermedad. Recuerda que las asociaciones de pacientes las forman personas como tú o tu familiar, conocen las necesidades del paciente porque las están viviendo en primera persona y se esfuerzan por ayudar a otros en base a lo que han ido aprendiendo por el camino. Además, son una voz pública de defensa de los derechos de los pacientes.
Paula Jiménez Fonseca