julio 17, 2018
por Ediciones Nobel
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Hoy nos escribe Jenny:
Estimada Doctora:
Mi padre tiene cáncer de riñón en etapa 4. En este momento está a la espera de iniciar terapia biológica dirigida. Él ha perdido aproximadamente 14 kilos en un periodo de 18 meses.
Como familia hemos decidido cambiar la alimentación y suspender el consumo de azúcares, lácteos, frituras y carnes rojas. Solo uso de sal de mar.
Mi padre no quiere seguir este régimen, hemos tenido muchas peleas ya que el quiere seguir con su alimentación tradicional, pan blanco, dulces, nada en exceso.
Estamos en el dilema de continuar este régimen a pesar de que siempre peleemos o darle en el gusto y que se alimente con lo que el quiera.
Espero su respuesta.
Respuesta de la doctora Paula Jiménez Fonseca:
«Estimada Jenny:
Recientemente hemos contestado una duda similar por lo que le sugiero leer el contenido de la respuesta en el
siguiente enlace.
En su caso concreto, dado que su padre padece un
cáncer renal estadio IV, lo fundamental es conocer el pronóstico que va en relación con la extensión del tumor, el estado general del paciente y el beneficio con los tratamientos.
Si el paciente está en una fase muy avanzada con un pronóstico de vida muy limitado es sensato optar por la complacencia y que coma lo que desee y le apetezca.
Si este no es el caso, si el pronóstico de vida no está limitado a unas pocas semanas le aconsejamos lo siguiente.
El paciente es bueno que esté animado y mantenga un espíritu de lucha, por ello la tensión con sus seres queridos no es buena. Lo ideal es un ambiente de cariño y paz, pero también debe entender que ustedes lo hacen por ayudarle.
Una dieta saludable no tiene que ser muy estricta, pero si sería conveniente que en cada comida haya verduras y/o fruta y que la bollería se reduzca al máximo. Es preferible llegar a un punto de entendimiento que seguir una dieta poco saludable.
Los 2 hábitos más perjudiciales es el tabaquismo y la ingesta de bebidas alcohólicas esto sería bueno eliminarlo.
Por ejemplo, aunque en el desayuno consuma galletas en vez de pan o cereales, puede además tomar un cítrico, naranja, zumo de limón o kiwi. Lo que no es recomendable es que tome bollería porque no le aportará nutrientes.
En la comida, aunque siga consumiendo carne roja, podrían acompañarla de una guarnición de verduras en vez de patata. Si las verduras no le gustan pueden cocerlas en tiras para que simulen patatas (zanahoria, calabaza, calabacín, remolacha, judias) y rehogarlas con aceite crudo.
En la merienda sería bueno que tomase una fruta bien entera o cocida.
En la cena, se podría intentar un puré de verduras o un caldo y detrás podría ser un huevo frito o pescado blanco con patata cocida y de postre yogur.