Hoy nos escribe Virginie:
Buenos días, doctora:
Soy una estudiante en ingeniería de los alimentos, especializada en nutrición. Estoy haciendo un proyecto en el tema del soporte nutricional de los pacientes con cáncer. Estoy sorprendida porque los productos que me parecen referentes en el mercado de los suplementos nutricionales me parecen tener un perfil nutricional muy diferentes:
Resource Support PLUS. Nestle: Proteinas/Carbohidratos/Grasa/Fibras (%kcal) = 18/41/39/2
Prosure. Abbott: Proteinas/Carbohidratos/Grasa/Fibras (%kcal) = 21/58/18/3
Como ustedes son expertas en este tema, ¿me podrían indicar cuál es lo más recomendado, por favor?
Estos dos productos aportan también
– EPA: 680mg por toma (Nestlé) y 924mg (Abbott)
– DHA: 430mg por toma (Nestlé) y 418mg (Abbott)
¿Cuál es el interés de estas dos grasas para pacientes con cáncer? ¿Cuál sería la dosis diaria recomendada?
Última pregunta: ¿Hay restricciones o carencias significativas en pacientes con cáncer en cuánto a los micronutrientes?
Me ayudaría mucho en mi proyecto si podrían contestar a todas estas preguntas.
Gracias de antemano.
Saludos.
Respuesta de la doctora Paula J. Fonseca:
Estimada Virginie:
A continuación, contestamos a sus preguntas con una breve explicación sobre los aspectos que nos consulta en relación a la suplementación alimenticia en pacientes con cáncer.
Los productos referentes en el mercado de los suplementos nutricionales me parecen tener un perfil nutricional muy diferentes:
Resource Support PLUS. Nestle: Proteinas/Carbohidratos/Grasa/Fibras (%kcal) = 18/41/39/2
Prosure. Abbott: Proteinas/Carbohidratos/Grasa/Fibras (%kcal) = 21/58/18/3
1. ¿Me podrían indicar cuál es lo más recomendado?
En la dieta oral de los pacientes con cáncer se persigue el reparto clásico de carbohidratos, proteínas y grasas con un ligero mayor aporte de proteínas. Los rangos son amplios y por ello ambos suplementos cubrirían lo recomendado. En lo que son más dispares es en el aporte de grasas que si bien durante años se restringió en estos pacientes cada vez hay más información que apoya el aporte de grasas saludables, poliinsaturadas especialmente en pacientes con cánceres asociados con consunción o en estadios avanzados. Respecto a los lípidos es importante considerar no sólo la cantidad, sino también su fuente porque un aporte equilibrado entre grasa saturada y no saturada, así como entre ácidos grasos omega 3, 6 y 9 será necesario no sólo en el aspecto preventivo sino en el terapéutico. Además, en los pacientes con cáncer avanzado que estén perdiendo peso, se recomienda una ingesta de grasa del 35-50% del valor calórico total.
El porcentaje de cada uno de estos nutrientes debería ser:
• Carbohidratos: 40-60%
• Grasa: 20-50%
• Proteínas: 15-25%
La distribución y aporte de nutrientes estará condicionada por la presencia o no de otros problemas concurrentes con el cáncer como: resecciones intestinales, malabsorción intestinal y esteatorrea, insuficiencia respiratoria, etc.
Estos dos productos aportan también:
– EPA: 680mg por toma (Nestlé) y 924mg (Abbott)
– DHA: 430mg por toma (Nestlé) y 418mg (Abbott)
2. ¿Cuál es el interés de estas dos grasas para pacientes con cáncer? ¿Cuál sería la dosis diaria recomendada?
Ambos son dos ácidos grasos ω3. Los ácidos eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico
(DHA) se encuentran en aceites de pescado y han demostrado que tienen actividad antiinflamatoria e inmunomoduladora. A los suplementos con ω3 se le han atribuido mejores respuestas al tratamiento del cáncer, así como una menor cantidad de efectos secundarios, aunque su efecto es modesto. Las cantidades recomendadas de ω3 para conseguir mejorar la masa muscular y estabilizar el peso son de 2 g al día.
La Sociedad Americana de Nutrición Enteral y Parenteral, en sus guías para pacientes oncológicos, propone 2 g/d EPA como dosis apropiada en el tratamiento de estos pacientes. Los niveles de ingesta actuales recomendados para el consumo de omegas-3 son 2.4% del total energético y una proporción EPA/DHA 2/1.
3. ¿Hay restricciones o carencias significativas en pacientes con cáncer en cuánto a los micronutrientes?
Las necesidades en aporte diario de minerales están bien establecidas para la población general,
no así en pacientes con cáncer en los que, en relación fundamentalmente con los tratamientos se podrán observar alteraciones en la homeostasis de los minerales. Por tanto, en muchos pacientes con cáncer habrá que individualizar el aporte según el estado, localización de la enfermedad, evolución clínica, balance electrolítico, incluso respecto de alteraciones metabólicas inducidas por el tumor que produzcan, por ejemplo, hipercalcemia (metástasis óseas) o hipernatremia (síndrome de secreción inadecuada de ADH). En otras ocasiones, un
paciente oncológico con edemas, insuficiencia cardiaca o ascitis requerirá escaso aporte de
sodio en la dieta. Por ello, es importante, por un lado, evaluar la cantidad de las pérdidas por algunas vías como las sondas de aspiración, fístulas, estomas o deposiciones, y, por otro lado, el conocimiento de qué o cuáles minerales se pierden por las mismas, sobre todo las digestivas (biliar, gástrica, pancreática, intestino delgado) y a través del sudor durante estados febriles prolongados, etc.
Si el paciente neoplásico está comiendo bien no necesita aportes extraordinarios de vitaminas ni de micronutrientes en general. Se deberían seguir las recomendaciones para la población general en relación con los requerimientos diarios en vitaminas. La vitamina B12 suele ser necesario administrarla por vía im periódicamente en algunos pacientes operados de un cáncer de estómago, pero es rara la necesidad de suplementación con otro tipo de vitaminas en estos pacientes.
Respecto a los micronutrientes en general, existe amplio consenso de que se debe proporcionar un adecuado, pero no excesivo aporte de los mismos y en que las dietas que potencian el consumo en exceso de vitaminas son deletéreas pudiendo incluso favorecer el cáncer o interferir con los tratamientos frente a este. Los suplementos en micronutrientes, siempre que sea posible, deberán realizarse preferentemente en forma de alimentos que contengan en alta cantidad y de modo natural dichos micronutrientes como es el caso del aporte de vitamina C a través de los cítricos, vitamina A a través de frutas y verduras rojizas, vitamina D a través de productos lácteos o vitamina E a través del aceite de oliva.
Paula J. Fonseca
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